Vengo, yo, a adorar a tus pies, oh Cristo,
En tu presencia hay gozo y paz.
No hay nada, no hay nadie comparable a Ti.
Mi deleite es adorarte a Ti, Jesús.
El cielo es tu trono, la tierra tu estrado.
Cristo hoy vengo a adorar a tus pies.
Te amo, Jesús porque Tu me has amado.
Tu presencia hoy llena mi ser.
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